Marcha a Covadonga

Los días 30 y 31 de mayo de 2009 la Casa de Extremadura en Asturias realizó la tradicional Marcha a Covadonga a píe, partiendo en la madrugada del sábado pernoctando en el albergue de La Pesanca en Llames de Parres y llegando para hacer la tradicional visita a la virgen el domingo al mediodía y disfrutar de la comida de hermandad en el restaurante El Peregrino, cercano al santuario de la virgen.
La primera jornada dio comienzo temprano a las 5:00 de la mañana estaban convocados la mayoría de los participantes en el local, sede social de la asociación, para repartirse en taxis para dirigirse al restaurante La Olla, lugar donde estaba previsto el inicio de la ruta, que dio comienzo sobre las 5:30 horas de la mañana, la mayoría de la gente que participó eran habituales de esta marcha por lo que conocían el camino, solo una persona no lo conocía pero todos estaban atentos a ella para que no se perdiera y para explicarle cuantas dudas le pudieran surgir sobre la ruta.
A esa primera hora de la mañana el tiempo permitía entrever lo que sería la tónica general del día de cielos despejados y una temperatura templada, la jornada discurría tranquila por los caminos y paisajes de sobra conocidos por todos aquellos que alguna vez realizaron el camino, cruzamos la autovía del Cantábrico en dirección al alto del Curbiellu y de aquí hasta el bar Pepito para iniciar la ascensión a la Cruz de Peón, para dirigirnos a continuación hacia Amandi donde paramos a desayunar, en el bar La Parra de esta localidad cercana a Villaviciosa también nos reunimos con alguna persona que comenzaba la marcha en ese punto, este es uno de los momentos más alegres de la jornada por que el cansancio todavía no ha hecho mella en los caminantes y se disfruta de un buen desayuno, entre bromas la satisfacción de haber recorrido todos la primera etapa del camino.
Tras el pertinente descanso reiniciamos nuestra marcha por una de las zonas de mayor belleza de la ruta, la parte que es común con la ruta de los molinos de Villaviciosa que transcurre junto a un río y que cuando este va con mucha agua, el sendero forma parte de dicho río a partir de esta zona se inicia un prolongado ascenso por un bosque que nos llevará hasta Breceña, parada obligada para tomar un refrigerio y que dará paso a la ascensión por carretera que nos llevará hasta Anayu donde está prevista la comida, no sin antes pasar por Buslaz donde un pequeño atajo nos hará descansar de la dureza de la carretera.
La comida en Anayu también es un momento de satisfacción y de convivencia para reforzar los lazos de amistad entre los participantes más conocidos y los que son más nuevos el ambiente está dominado por las bromas, los chistes y la conversación distendida.
Los últimos tramos del día nos llevan a pequeñas localidades como Borines o Miyares aldeas que los que han hecho el camino varios años seguidos han visto surgir casas nuevas o la rehabilitación de las que estaban más deterioradas, o en alguna zona lo que eran dos casas aisladas como se va convirtiendo en una pequeña aldea, un tramo de carretera general conduce a los participantes hasta el último repecho que les llevará al albergue de Llames de Parres donde obtendrán el tan merecido descanso y la tan necesaria reposición de fuerzas.
Al día siguiente la jornada se inicia temprano para alcanzar nuestro objetivo de nuevo la senda nos lleva por varias aldeas, la cuesta de los gitanos es la última dificultad reseñable hasta Villanueva, donde se inicia el descenso que conduce a Cangas de Onis lugar también de parada obligatoria para disfrutar del almuerzo y dar un paseo por el mercado, en esta localidad también se produce el primer encuentro entre los participantes que van caminando hasta Covadonga y los familiares y amigos que van en autocar a esperarles y compartir con ellos una comida de hermandad.
A partir de Cangas los últimos 7, 8 o 9 km. (hay opiniones para todo) se hacen eternos entre las secuelas del camino en las piernas y la ilusión y las ganas de llegar, pero al fin se llega y naturalmente es el momento más feliz de los dos días, el momento de ser recibidos por los amigos que han ido en autocar, de contar las experiencias del camino en voz bien alta a lomos del orgullo de haber llegado, algunos por primera vez, otros un año más y algunos otros porque quizá sea la última.
Tras disfrutar de una excelente comida en muy buen ambiente partimos para Gijón que este año hay que apoyar al Sporting que a media tarde se juega la permanencia en 1ª división.